Puente romano construido con piedra natural

Saliendo por la carretera a Pedro Muñoz y dejando a nuestra espalda la Plaza de la Iglesia, con su conjunto monumental, nos dirigimos hacia el primer encuentro digno de mención.

El Balneario de la Hijosa, a 3,8 km. del pueblo, lo encontramos situado a la izquierda de la carretera, perfectamente señalizado. Es de propiedad privada y actualmente se encuentra en fase de restauración y modernización. Sus aguas, del tipo sulfatadas mixtas, fueron declaradas de utilidad pública en 1918, con reconocida eficacia curativa sobre afecciones de piel, hígado, riñón, reumatismo y otras dolencias.

Balneario de la Hijosa

Continuando por la carretera, tras una curva a la izquierda, la primera, se hace visible el cauce del Záncara, poco antes de llegar a la siguiente curva tomaremos el camino que sale a la izquierda, remontando una pequeña elevación llegaremos a lo que hoy se denomina Casa de la Torre, visible desde la carretera.

Casa de la Torre

Históricamente ha tenido otras denominaciones "Torre de Avezgaiaz", "Torre de Vejezate".... Origen de lo que hoy conocemos como Socuéllamos, fue un importante bastión de la Encomienda. Prácticamente no queda resto alguno de las civilizaciones que se fueron asentando en este montículo, apenas perduran dos agrupaciones de edificios, junto a edificaciones actuales. En las edificaciones que aún perduran, aunque algunas de ellas en estado ruinoso, se pueden apreciar los sistemas constructivos populares de La Mancha: teja árabe, tapiales, disposición de huecos, estructuras de cubiertas..... Desde la posición del segundo grupo de viviendas, en lo más alto, se puede apreciar el valor estratégico, militar y civil, del lugar a lo largo de la historia.

Abandonamos las espléndidas vistas de la "Casa de la Torre", siguiendo el camino por el que hemos llegado que corre paralelo al Záncara y al "caz", canal que toma agua del río y lo conduce hasta un molino hidráulico para que, con la energía producida por la corriente, se pongan en marcha las piedras moledoras, es el denominado Molino de la Torre, del que no queda resto alguno.

Un poco más delante, continuando el camino río abajo, nos encontramos con el Puente Romano, recientemente restaurado, se sitúa en el límite de los términos de Socuéllamos y Pedro Muñoz. Su fábrica es de piedra y tiene tres ojos de igual tamaño y uno menor que no puede verse porque está cegado. Carece de cualquier tipo de protección y aún conserva restos, sobre el punte y accesos, de una calzada romana de aproximadamente cinco metros de ancha.

 Puente Romano

Volviendo a la carretera a Pedro Muñoz, por el camino por el que hemos llegado, tomamos dirección a Socuéllamos y al llegar a la curva, justo al terminar el trazado, tomamos el camino que sale a la izquierda y continuamos por él tomando los desvíos a la izquierda en los cruces de caminos, hasta llegar al cauce del río, donde encontraremos el Molino de Caiceo, uno de los pocos molinos fluviales que aún se conservan en nuestra tierra, aunque en estado ruinoso. Hay que indicar que el final del camino para llegar hasta el molino discurre entre maleza y árboles, por lo que debemos poner atención para no despistarnos.

 Molino de Caiceo

Para finalizar esta ruta no podemos dejar de visitar La Carrasca. Para llegar hasta ella, situada prácticamente en el límite de los términos de Socuéllamos y Mota del Cuervo, es necesario salir del Molino en dirección Este, remontando el cauce del río Záncara y cruzándolo por el primer puente que encontremos, y continuando remontado el río por caminos cercanos al cauce hasta llegar a la encina. Se recomienda contar con la colaboración de personas que conozcan el terreno, dado que se accede al lugar por caminos de servicio de distintas fincas.

De vuelta a Socuéllamos por la carretera de Pedro Muñoz, al llegar a la entrada de la población, tomamos la carretera a Las Mesas para visitar el paraje de Titos, justo en el punto donde se cruzan la carretera y el río Záncara. En este lugar está ubicada la ermita de San Isidro, junto a la carretera, en la margen izquierda.

Paraje de Titos